sábado, 26 de agosto de 2017

Entrevista | Pedro Alfonso: El antihéroe campeón

Era un asistente de producción de Ideas del Sur que mantenía un bajo perfil parado al costado de la pista de Bailando por un Sueño. Soñaba con enamorar allí a la modelo Paula Cháves, que competía en el certamen en 2010. Hasta que una noche, Marcelo Tinelli lo vio al costado de la tribuna y le dio la palabra. Su vida cambió para siempre. Su gracia y pinta de bonachón alcanzaron para conquistar a su jefe, a la chica del momento y al público, que lo convirtió seis años después en el campeón del concurso de baile del que antes era productor. Pedro Alfonso es hoy uno de los comediantes más convocantes del teatro argentino y desembarca en Uruguay el próximo fin de semana con Abracadabra, la más reciente obra producto de su mágico carisma. "Antes podía decir cualquier cosa y la gente se reía igual porque yo era una novedad; pero después ese crédito se va perdiendo", reflexiona.
—Presentás Abracadabra el 1, 2 y 3 de setiembre en el Teatro Metro de Montevideo, ¿en qué se diferencia de las comedia anteriores que has encabezado?
—Abracadabra tiene el mismo código de las que venimos haciendo desde hace seis años en Carlos Paz. Es una comedia para toda la familia en la que sorprendemos por todos lados y esta vez agregamos interacción con el público. Además la historia se adapta al elenco que tenemos: El Polaco canta, con Flor (Vigna) bailamos, Freddy (Villarreal) hace imitaciones. Lo que hubo estos años fue un proceso de crecimiento a nivel de producción y conocer más al público al que apuntamos. Nuestro objetivo es que la gente disfrute de una linda comedia pero también de un buen show.
—¿Disfrutás de las giras o te cuesta alejarte de tu familia tantos días por trabajo?
—Es la parte dura. Yo la paso bien porque tenemos un elenco con el que nos divertimos muchísimo, y también está bueno conocer lugares y estar cerca de la gente. Aunque es cierto que se extraña a la familia. La dejo a Pau (Cháves) sola con los dos...
—¿Identificás de algún modo al público uruguayo?, ¿te escriben en las redes?, ¿te van a ver al teatro en Argentina?
—Cuando avisamos que hacemos gira, siempre Uruguay es el lugar del que escribe más gente pidiendo que vayamos. Fui mil veces a Uruguay pero cuando fuimos con la obra me llevé un gran recuerdo del teatro lleno y mucho cariño del público. Fue maravilloso y lo digo siempre. Es un lugar en el que la pasamos muy bien y nos encanta ir. También me acuerdo que cuando hicimos la comedia en calle Corrientes había una semana de julio que eran las vacaciones de Uruguay y el teatro se llenaba de uruguayos. Yo le decía a Lizy (Tagliani) que probara saludar a Uruguay con el personaje en la obra, y cuando ella lo decía el público explotaba. Como el 70% del público era uruguayo.
—Muchas de las personas que surgieron como personajes laterales de Bailando por un Sueño tuvieron su momento de fama pero pasaron al olvido. ¿Cuál dirías que fue tu clave para mantener la popularidad después de seis años de aquella primera aparición en la pista?
—Hay que trabajar mucho para aprovechar el envión y la magia de Marcelo (Tinelli). Yo desde el primer año hice una comedia en Carlos Paz y después no paramos. Algunos me decían que aprovechara el momento para hacer presencias en boliches que daba más plata, pero yo quería hacer una carrera. Hay que saber tomar decisiones porque en ese momento te ofrecen de todo y uno tiene que mantenerse firme a sus convicciones. También fui aprendiendo y creciendo. Los primeros años podía decir cualquier cosa en la obra y la gente se reía igual porque tenía como un crédito por ser la novedad, pero después eso se va perdiendo y uno tiene que hacer otras cosas.
—¿Este año entraste a Bailando por un Sueño sabiendo que al poco tiempo ibas a renunciar?
—Sí. Todo empezó el año pasado, cuando yo no estaba muy convencido de hacerlo. Después pasó que logramos el objetivo de ganar, y como la costumbre dice que los campeones tienen que volver, tomé la decisión de arrancar y después dar un paso al costado. Por suerte salió todo bien.
—¿Por qué para vos era tan importante ganar el Bailando?
—Es mi forma de enfrentar la vida. Si me cruzo con Freddy y jugamos a "piedra, papel y tijera" voy a querer ganar como sea. Yo dejo todo en la cancha. Además estábamos muy involucrados con el sueño. Y también en lo personal era un logro que quería conseguir. Sentía que lo merecía y pusimos mucho esfuerzo para alcanzarlo.
—¿Por eso te afectó tanto cuando quedaste eliminado en 2014?
—Sí, es esa cuestión de dar todo y quedar por el camino. A mí no me da vergüenza llorar porque era como una demostración de todo el esfuerzo que había hecho. Aquella noche no esperaba quedar eliminado, y cuando me quise dar cuenta ya estaba afuera. Lo sufrí, fue muy duro. No lo voy a superar nunca, por más que después haya ganado.
—¿Cómo te llevás con Agustín Casanova, que quedó en tu lugar en el certamen y con quien bailaste la salsa de a 3?
—Lo admiro mucho. Es sencillo, humilde. Tiene chistes muy malos pero es un fenómeno. Nos conocimos entre pasillos el año pasado. Yo había hecho mucha fuerza con Marcelo el año anterior para que vayan a cantar con Fer (Vázquez). Pegamos muy buena onda y este año cuando surgió la posibilidad de que mi reemplazo sea Agustín me puse muy feliz. Nos divertimos mucho ensayando para la salsa y es un placer saber que él ocupa mi lugar. Me encanta verlo con Flor, la van a romper.
—¿Que tiene la relación tuya con Paula que hizo que la gente se enganchara tanto con la pareja?
—Es difícil saber eso. Al principio muchos dudaban de que fuera verdad, pero para los que creían fue como una novela con gente real. Cuando recordamos cosas pensamos que fue muy mágico todo lo que nos pasó y lo que nos sigue pasando. Estamos muy agradecidos con el cariño de la gente.
—¿Cómo recordás el inicio del romance en la pista de Showmatch?
—Yo tenía dos lindos problemas cuando estaba en el costado de Showmatch como asistente de producción. Uno era que estaba mi jefe, y yo no tenía mucha relación con Marcelo (Tinelli). Cada vez que venía el micrófono yo tenía los nervios de no pasarme de vivo, porque pensaba que si me pasaba de gracioso me podían echar. Y después tenía los nervios de conquistar a la chica. Ir al programa para mí era como ir boliche sabiendo que está la chica que te gusta. Tenía muchos nervios. Hice tantas cosas que hoy las pienso y digo "¿cómo cantaba así tan mal?, ¿qué hacía?". Era todo para conquistarla, pero no tomaba mucha dimensión de lo que decían los demás. Al principio el mundo exterior se apagaba y a mí solo me preocupaba enamorarla a ella. Me empecé a dar cuenta de los comentarios cuando empezamos la obra y recibía el cariño de la gente.
—¿Te proyectabas desde el principio casado y con hijos con ella o en algún momento pensaste que podía terminar en un juego mediático?
—Al principio había dudas de los dos lados porque no nos conocíamos. Yo no sabía qué era real y cuánto ella podía estar jugando porque le servía, y lo mismo podía pensar ella de mí. Pero en lo personal yo estaba convencido. No tenía dudas: visualizaba una familia con ella y sabía que podía pasar. Y a medida que la fui conociendo me fui convenciendo de todo lo que me pasaba con ella.
—¿Cómo la viste en el jurado del Bailando?
—Me encantó verla ahí. Es un orgullo muy grande porque es un lugar muy importante para los dos. No me hubiese gustado tenerla de jurado porque después dicen "ah, es el marido y le va a poner 10", entonces termina pasando al revés...
—¿Cómo tomó tu hija Olivia (4 años) la llegada de Baltazar (10 meses)?
—No tuvo celos pero por ahí le hace algún berrinche a la madre porque ella también quiere su lugar. Paula está siempre con él porque todavía es un bebito. Igual nosotros somos de hablar mucho con ella.
—¿Cómo manejás la exposición de tus hijos, Olivia y Baltazar?
—Lo manejamos de manera muy relajada. El año pasado cuando yo bailaba se habían generado muchos memes de ella y era medio raro. Pero mantenemos nuestra privacidad muy bien. Si nos pinta subimos fotos pero no estamos exponiendo todo el tiempo. No es algo que nos preocupe ni que te tomemos medidas para eso.
—¿Cómo te sentís al haberte sumado a la ficción Las Estrellas?
—Muy bien. Me recibieron con muy buena onda. Es un programa que funciona mucho y eso ayuda. Me estoy divirtiendo y me encanta hacer comedia en la tele.
—¿Se te exige más por venir del lado del show mediático?, ¿sentís esa presión?
—Lo siento pero estoy tranquilo y escucho a los que saben: al director, a Adrián Suar. Me refugio en ellos y ellos confían en mí. La mochila de venir del Bailando siempre va a estar y yo soy consciente de eso. Puedo estar 20 años trabajando en la tele y algunos van a seguir diciendo eso. No me afecta porque estoy seguro de lo que hago.

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