miércoles, 28 de septiembre de 2016

"Pedro Alfonso, un pibe de barrio"

Humildad y sencillez son algunos de los valores que le dejó su infancia en José Mármol. Familiero, amiguero y muy sentimental, construyó una relación con Paula Cháves frente a las cámaras que se fortaleció en la intimidad. Hoy brilla como actor, bailarín y productor y está a punto de ser papá por segunda vez.
Además de ser un personaje muy querido por la gente, en los últimos meses Pedro Alfonso se transformó en un personaje muy importante para la ciudad de Paraná, tras haber comenzado a representar a Arco Iris, la Asociación Civil sin fines de lucro que acompaña a niños entrerrianos que están en tratamiento de cáncer.
Conserva los valores con los que creció en José Mármol, una localidad ubicada en la zona sur del Gran Buenos Aires, y la humildad que demuestra parece no haberse enterado aún de los más de cuatro millones de seguidores que tiene en Twitter ni de la aceptación que tiene en la gente. La constante exposición mediática tampoco lo distrajo de sus objetivos ni le nubló la vista: hoy es un productor exitoso que se luce como bailarín y actor y logró construir una familia con Paula Chaves que está a punto de agrandarse.
¿Cómo empezás a ser productor?
La idea de empezar a estudiar producción fue de mi hermana Luciana. Yo mucho no sabía que hacer de mi vida, me había ido mal en el colegio, había repetido varias veces y no sabía a qué dedicarme. Me anoté, empecé a estudiar y cuando estaba cursando el último año tuve la propuesta de entrar, en aquel entonces, en Videomatch, a través de un productor que era muy amigo de mi hermana. Fue en 2003, cuando el programa estaba en Telefé. Desde ese momento me enganché a full con la producción.
¿Habías tenido otros trabajos antes?
Si, primero fui cadete en el microcentro y después fui mozo, muy poco tiempo. Como terminar la secundaria me llevó bastante y terminé a los 23 años, no tenía nunca un trabajo fijo.
¿Cómo fue tu infancia?
Muy linda, siempre en la misma casa en José Mármol. Soy el menor de cinco hermanos y el malcriado al que todos le permitían un poco más. En mi casa siempre estaban los amigos de cada uno y había mucha gente, le decían “el club Alfonso”.  En la misma manzana está el club Inglés, donde iba siempre a jugar al fútbol con mis amigos. Fue una gran infancia rodeada de muchos juegos, amistades y gente buena…por eso me costó tanto irme.
Estás esperando tu segundo hijo con Paula Cháves. ¿Cómo fue asumir el rol de padre?
No me costó absolutamente nada. Me salió todo muy natural porque siempre tuve una debilidad por los chicos, sobre todo por las nenas. Primero tuve a mi sobrina y esto de productor hacía que le inventara juegos o escenarios para que se entretuviera y fuera aprendiendo. La paternidad llegó en un momento de mi vida en que estaba muy centrado, bastante maduro y responsable. Trato de estar siempre muy presente y tengo un trabajo que no tiene horario fijo, entonces en cada hueco que tengo trato de ir a buscar a Olivia al jardín y estar con ella. Pasamos mucho tiempo juntos: me gusta estar y poder también ayudar a Pau con todo lo del embarazo.
¿Qué aprendiste durante tu primera experiencia como papá?
No te sabría decir algo puntual, porque he sentido que se ha dado naturalmente. Uno aprende mucho, con el primero es todo con más miedo y hay más temores; ya con el segundo tenés más herramientas y estás un poquito más canchero. Deseamos criar a Baltazar de la misma manera que a Oli, porque estamos muy orgullosos de lo que hicimos y de cómo es ella hoy.
Ahora que sos padre, ¿entendés más a los tuyos?
A mis papás siempre los respeté, valoré y los quise mucho. Es cierto que cuando estás en ese mismo lugar valorás mucho más todo, porque entendés que el rol es bastante difícil. Yo era un poco vago, travieso y sabía que los hacía preocupar pero era un momento en el que andaba así. Cuando sos chico, sobretodo en la adolescencia, transitás momentos en los que te cuesta entender a tus padres. Hoy en día valoro mucho que mis viejos hayan dado todo por mí y mis hermanos y trato de hacer lo mismo con Olivia y Baltazar.
Este 2016 te encuentra otra vez en el Bailando, esta vez representando al sueño de una Asociación de Paraná. ¿Qué te da la pista a nivel personal?
Me da nervios, adrenalina. No lo puedo superar aunque sea la cuarta vez que bailo, pero si no fuera así es porque no lo haría con las mismas ganas. Me gusta sentirme como si fuese la primera vez. Me tocó representar un sueño muy lindo esta vez y siempre he tenido buenas causas por las que pelear. Eso es un motor importante, algo que te hace no dejarte estar y te pone en un lugar de responsabilidad. Siempre está presente el tema del sueño en mi caso, más allá del logro personal. Es todo un combo muy lindo que te da fuerzas cuando estás muy cansado físicamente. Ojalá pueda ir pronto para allá; ya estuve hablando con la gente de Arco iris y en cualquier momento, cuando tenga un hueco, trataré de estar, porque sé que después se me va a complicar con el tema de la paternidad.
En tu caso el baile pasó a ser, más que un trabajo, un disfrute.
Si, lo disfruto mucho y he descubierto cosas nuevas: es un mundo aparte. Me encanta bailar y este año particularmente estoy disfrutando mucho de los ensayos. Estamos muy detallistas y perfeccionistas;  quiero superarme año a año.
Si tenés que elegir: ¿lo tuyo está delante o detrás de la pantalla?
Todo disfruto, no es que elijo algo. Ahora me toca estar delante, pero también trato de meterme como productor. Me dan un lugar para poder opinar siempre e incluso cuando hacemos las obras en Carlos Paz: ahí me meto en la parte creativa y me puedo explayar. También me expreso como productor cuando hago videítos para Instagram o Twitter: me gusta producirme a mí mismo, editar, pensar ideas. Creo que convive todo muy armoniosamente.
¿Qué te atrae de hacer teatro?
El intercambio con la gente, sobre todo en las obras. Salir y tener la devolución inmediata de la gente y el contacto en sí me encantan. También me gustan las giras y viajar por el país, porque disfruto mucho del cariño del público.
¿Cómo afrontás toda la exposición que tienen con Paula?
Nosotros nacimos así. Nuestra relación fue desde el inicio pública y lo tomamos con mucha calma siempre. Una cosa es lo que podemos mostrar y contar y otra es nuestra intimidad. De hecho, cuando contamos cosas de la intimidad son siempre divertidas: alguna pelea, una discusión o algo que hicimos juntos, pero tenemos una intimidad muy bien guardada. El principio fue más complicado pero no nos dejábamos llevar con lo que decían: siempre estuvimos muy tranquilos con eso. Lo llevamos muy bien y disfrutamos la compañía que nos hacen los que nos quieren.
¿Qué cosas comparten con Paula en el día a día?
Con Pau compartimos bastante. Los tres hacemos de todo siempre, y por ahí cuando Oli está en el jardín tomamos unos mates y charlamos un rato antes de que yo me vaya a ensayar o ella al trabajo. Lo mismo a la noche: si Oli se durmió aprovechamos para disfrutar el momento y mirar juntos la tele. En general, nos divertimos mucho.
¿Te quedan metas por alcanzar? ¿Cuáles?
No sé, me voy sorprendiendo. Trato de crecer en lo que hago, sobre todo en la actuación. Este año estoy en el Bailando pero el año que viene ojalá se pueda dar alguna ficción como fue lo de Esperanza Mía, que tanto disfruté.
¿Qué proyectos tenés para el futuro cercano?
Estoy de lleno en el Bailando y teniendo reuniones para ver lo que será el verano en Carlos Paz. También hay una posibilidad de hacer una peli con José María (Listorti), que no tiene nada que ver con lo que hicimos en “Socios por accidente” sino con otro tema, que es bastante interesante.
Un amor que traspasó la pantalla
En 2010, todavía era productor y su carrera se mantenía detrás de las cámaras. Pedro trabajaba en la productora Ideas del Sur en la producción del “Bailando por un Sueño” y “La Cocina del Show”. Paula Cháves participaba en ese entonces del certamen de baile, y en una de sus apariciones manifestó que buscaba novio. Él se postuló y tras la sola idea llegó la masiva exposición en los distintos programas de la tarde, desde donde se fue siguiendo de cerca la potencial relación caracterizada por la inocencia, dulzura y timidez mutuas.
El romance tuvo idas y vueltas pero a fines del 2011 se consolidó. Después llegó Olivia, primera hija de la pareja, en 2013, y se casaron en octubre de 2014. Hoy esperan a Baltazar, que llegaría en Septiembre.
Un color más del Arcoíris
“Como miembros de Arco Iris tenemos el honor de compartir mañanas y tardes enteras con los pacientes y sus familias, por eso mismo sabemos de cada avance y retroceso en su tratamiento. Sus historias nos llegan al corazón y en ocasiones nos hemos sentido incompletos por no poder brindar a las familias todos lo que merecen y necesitan. A decir verdad, más de una vez habíamos fantaseado con la idea de que la Asociación tuviera la posibilidad de participar en algún programa para cumplir esos sueños…¿y donde más lejos se podría llegar que al Bailando?
Describir la emoción que sentimos al recibir la noticia es tarea difícil. Hubo aplausos, lágrimas, alegría, abrazos, orgullo, sorpresa, y aunque suene loco no faltaron los que saltaron, bailaron y cantaron “Hasta Tinelli y el Maipo no paro”.
La felicidad nos desbordaba sólo por saber que íbamos a tener esta posibilidad; empezaron a hacerse las primeras apuestas por los bailarines que nos representarían en los grupos de whatsapp y los nombre de Pedro y Flor se repetían acompañados de emoticones de corazones y caras felices. El día en que se confirmó supimos que nuestra realidad era inmejorable. Todos sabemos que Pedro es un hombre sensible, humilde, sencillo, cercano a la gente, muy querido por sus seguidores y que además de excelente bailarín siempre se destaca por su compromiso con la causa que defiende. Nos enorgullece que una persona con todos esos valores, sobre todo con un amor tan grande por su familia, hoy se una a este equipo. Pedro y Flor son uno más de nosotros y sabemos del tiempo y esfuerzo que ponen semana a semana en la pista con cuerpo y corazón. Con todo el apoyo y afecto que recibimos de ellos, su entorno y sus fans, somos un equipo cada vez más grande, y cuando muchos sueñan juntos es el principio de una nueva realidad.”

Nota: Mujeresdivinasweb.com

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