Nalbandian, ya alejado del tenis y descansando en su Córdoba natal, asistió a la función de Mansión Imposible, obra que se lleva a cabo en Carlos Paz. David se animó a ponerse los anteojos de tres dimensiones y disfrutó de la comedia.
El tenis, que tantos años lo abocó al 100%, ya quedó en el olvido.
Por lo menos por estos meses, los primeros desde su retiro, en donde
David Nalbandian intenta descansar y relajarse en su Córdoba natal. Por
eso, el Rey aprovechó su estadía en Carlos Paz, y se fue a ver Mansión
Imposible, una de las comedias que reina en la Villa.
David se divirtió durante toda la obra, y hasta se animó a ponerse los anteojos 3D. Después de la función, se fue a cenar junto al elenco a un restaurant cubano de la costanera. Ya alejado de las canchas, el Rey vive su vida a pura risa.
NOTA: DIARIO OLE
David se divirtió durante toda la obra, y hasta se animó a ponerse los anteojos 3D. Después de la función, se fue a cenar junto al elenco a un restaurant cubano de la costanera. Ya alejado de las canchas, el Rey vive su vida a pura risa.
NOTA: DIARIO OLE
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