Una vez más, Paula Chaves se encuentra pasando su verano en Villa Carlos Paz, pero a diferencia de los años anteriores, esta vez, la modelo no viajó a las sierras cordobesas para subirse a las tablas, sino para cumplir con los roles de novia y mamá.
Alejada del escenario y de la rutina del mundo del teatro, Paula se encuentra muy tranquila disfrutando de la crianza de su hija Olivia, a quien lleva tatuada en uno de sus brazos, y acompañando a Pedro Alfonso en su nuevo proyecto teatral: Mansión Imposible, junto a Mariano Iúdica, Emilio Disi, Iliana Calabró y Freddy Villarreal.
Fue difícil coordinar la entrevista con Paula, ya que como dijo en reiteradas oportunidades "al tiempo lo marca Oli". Y así fue, la conversación duró hasta que la pequeña de cinco meses comenzó a llorar, y ahí, el 100% de Paula estuvo para ella.
En esta oportunidad, pudimos ver a una Paula totalmente feliz, alegre y con una sonrisa contagiosa, claramente por la criatura que tiene en sus brazos. No extraña el teatro, no está pensando en trabajo, y sólo se ocupa de ella.
-¡En Carlos Paz pero debajo de las tablas!
-¡Así es! Estoy acá, pero disfrutando del trabajo de ser mamá. Recién estaba arriba del escenario y mi mamá me dijo: ‘¿No extrañás?', y la verdad es que no. Me encantan los recuerdos y me gusta mucho hacer temporada, pero no es que digo: ‘¡Ay! Qué ganas de hacer teatro ahora', porque realmente estoy "chocha" con Olivia y de poder estar entre bambalinas.
-¡No te separas en ningún momento!
-¡No la suelto por nada del mundo! Estamos todo el día juntas, abrazadas, y de un lado para el otro. Soy como un cangurito, está todo el día encima mío. Cuando ella duerme siesta, yo aprovecho y tomo un poco de sol, pero está tan fuerte que voy después de las 4. Igualmente, no me acuesto mucho al sol porque todavía me quedan muchos días por delante (risas). Además, estoy con mi mamá que me está ayudando también un poco con todo. Trato de estar siempre con ella, soy súper pegota y en este último tiempo necesita mucha atención, entonces jugamos y le voy marcando rutinas.
-¿Salen a pasear o preferís quedarte en tu casa?
-A veces salimos juntas, viajamos a Córdoba Capital y damos unas vueltas. ¡El otro día terminamos en Villa Allende! Yo quería ir al Nuevocentro Shopping y terminé chocandome con un cartel que decía "Bienvenido a Villa Allende". Fue un caos, porque el GPS me había mandado a cualquier lado y la tenía a la gorda atrás que no paraba de gritar. ¡Casi me muero!
-El día que ibas a hacer una participación especial en Mansión Imposible, no pudiste. ¿Se va a hacer en estos días?
-Eso espero. Al elenco y a mí nos encantaría. El día que lo iba a hacer, Olivia no paraba de llorar y tuvimos que dar la vuelta. Avisamos que al final no podía, y cuando llegamos a casa, se durmió como una reina hasta el otro día. ¡Para mí no quería que me vean! Me encantaría poder subir algún día al escenario pero me da miedo que Oli se asuste con los aplausos y el griterío de la gente. También quiero que se suba con su papá, me moriría viéndolos juntos ahí arriba.
-¿Cómo va la relación con Pedro?
-¡Re bien! La verdad que es un flash lo que estamos viviendo porque ahora estamos parando en la casa donde nos enteramos que estábamos "embarazados". Es totalmente diferente a años anteriores, porque ahora él se levanta un poco más tarde por las funciones y yo por ahí un rato más temprano. Trato de que Oli duerma un poco más así no lo despierta, y nos da con el gusto, es una genia. Estamos acoplándonos de a poco, aprendiendo juntos. También es un poco difícil para mí porque no estoy acostumbrada a no tener actividades y ser sólo mamá. Me encanta, pero en mi cabeza no es fácil.
-¿Te sorprendiste como mamá?-No, yo sabía que iba a ser una leona, una mamá pulpo, canguro. Todos los animales juntos.
-¿Y Pedro como papá?
-Yo lo veía muy padrazo. Lo veía jugar con los chicos pero no sabía cómo iba a ser con un bebito recién nacido, y como el ternero este nació de cuatro kilos, ya era un bebé armado. No se le caía la cabecita para un costado, así que él ya la agarraba y era fortachona. La agarraba fuerte, y creo que no le costó. Creo que si hubiese nacido con un par de kilos menos, no la agarraba hasta los cuatro meses (Risas). Lo que sí me sorprendió es lo celoso que es. ¡Se pelea con Marcelo (Tinelli) por Whatsapp! Él le manda: "Lorenzo ya va a picotear por ahí", y el directamente ni le contesta. ¡No le contesta al jefe!
-¿Tenés pensado volver a trabajar en las próximas semanas?
-A mí me gusta mucho laburar. Tengo bastantes propuestas para este año y estoy viendo que voy a hacer. Tengo propuestas adentro y afuera de Ideas del Sur, pero a mí me copa Ideas así que seguramente me quede ahí. Todavía no puedo decir nada porque no hay nada definido y quiero esperar hasta marzo. Lo que sí ya tengo cerrado es mi propio musical con Oli para el año que viene acá en Carlos Paz (Risas).
-¿Baila Paula al 13013?
-Creo que sería la única participante en la historia de todos los Bailando por un Sueño del mundo que baila cuatro años consecutivos, llega a instancias finales y pierde. ¡No gané nunca! Bailé sola y me ganó La Mole, al otro año me lesioné y no gané ni por pena, después acepto bailar con Peter y termino fracturada. Este año si lo llego a hacer creo que tengo que ganar pero por una cuestión de consuelo. ¡Son cuatro años! Nadie bailó tanto... Si te pones a ver, Marcelo, Larry, la Enana y yo estamos constantemente ahí, el resto va y viene (Risas). Hablando en serio, estoy "chocha" que me sigan llamando. Me encanta estar ahí y creo que ellos se sienten cómodos conmigo y por eso me siguen convocando.
-¿Cómo es el trato con las fanáticas ahora que estás todo el día con Oli?-Todas las chicas son muy respetuosas y entienden la situación. A diferencia de años anteriores, no freno mucho en la entrada del teatro. Prefiero dejar a Oli adentro y después salir a saludar y sacarme algunas fotos. Lo que no hago es descuidar a la beba con fotos o saludos. Si está en el cochecito puede ser, pero si la tengo encima, directamente no.
NOTA: diaadia.com.ar
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