Tras el difícil 2013 que vivió con la muerte de su padre Juan Carlos Calabró, la actriz Iliana Calabró volvió a Villa Carlos Paz para subirse a las tablas del Teatro Holiday con Pedro Alfonso, Mariano Iúdica, Emilio Disi y Freddy Villarreal en Mansión Imposible, la comedia más vista de la temporada.
La "reina del tiramisú" está feliz con su labor en la comedia, donde pone en juego todo su carisma y sus años de trayectoria en una divertidísima mucama que hace reír a todos con sus pícaros comentarios.
"En lo personal y en lo laboral estoy muy feliz. Creo que no podía tocarme mejor lugar y mejor producto para continuar con mi carrera. Estoy continuando con la vida que mi papá eligió para mí, y acompañada por el resto de mi familia", dijo la actriz recordando a su padre, a quien le rindieron homenaje poniendo su nombre en la sala en la que, noche a noche, divierte al público carlospacense.
-¿Cómo estás viviendo esta temporada?
-Es una temporada muy emotiva. Estoy muy contenta con el éxito que está teniendo la comedia. Entre tantas propuestas, la elegí porque apuntaba a la familia, atrae a los más pequeños y también a los más grandes. Es un placer escuchar las risas de las familias y verlas sorprenderse con todo lo que tenemos para ofrecer. Estoy dentro de un equipo humano muy lindo, donde me siento cómoda y es realmente placentero hacer cada una de las funciones. Cuando uno disfruta de lo que hace, el público lo percibe y más cuando te va bien en cuanto a números. Somos un equipo muy perfeccionista y en todo momento estamos tratando de mejorar algunas cositas para que los espectadores se vayan con una gran sonrisa. Le vamos dando forma al producto con condimentos que apuntan a los distintos públicos y el resultado lo vemos cada vez que cerramos el telón.
-¿Qué tiene Mansión Imposible a diferencia del resto?
-Mansión Imposible es una obra en la que todos encuentran lo que vienen a buscar: entretenimiento. Hay momentos muy divertidos, no hay nada grosero ni subido de tono, y con algunos tips picarescos para los que se pueden enganchar. Es una gran producción que está acompañada de una película en 3D, y esto es un verdadero plus, porque es la primera vez que ocurre algo así en la Villa. En esos 10 minutos de peli, se plantea el argumento y los personajes, y después da lugar a los enredos de esta comedia. Está pensada, hecha y escrita para que todos puedan disfrutar sin golpes bajos, sin cosas sucias. Está 100% puesta al servicio de la gente.
-¿Qué sentís al actuar en una sala que lleva el nombre de tu papá?
-¡Emoción pura! El día que vinimos con mi mamá a destapar la placa, fue hermoso. Se me pasaron un montón de imágenes por la cabeza. Yo dije y lo repito todo el tiempo: "Para el majestuoso, no podía menos que una sala majestuosa como esta". Mi papá es alguien que hizo las cosas bien, y por eso creo que estoy recibiendo tantos mimos en estos últimos meses. Creo que pudo trascender, y es un placer que pueda acompañar con su nombre a las distintas expresiones artísticas que vendrán a este teatro. Él pidió que en su despedida estuviese en su última morada la frase "Aquí yace un hombre que alguna vez hizo reír a un niño", y eso es lo que cada artista tiene que hacer en esta sala: hacer reír. Mi papá va a disfrutar de cada función desde arriba, no sólo de Mansión, sino también de todos los que vendrán en un futuro.
-¿Te emociona recibir tanto cariño por parte de su público?
-Sí, muchísimo. Es muy lindo que te quieran por herencia. Yo sé que hay gente que me hace heredera de ese amor, de ese cariño. Hay toda una generación que creció y disfrutó de ese humor particular que tanto defendió. Y es el mismo que a mí me gusta transferir. Es nuestro fuerte. Yo más allá de prepararme actoralmente, tuve la mejor escuela: escucharlo a él. Lo acompañé en todo desde muy chica, viendo sus obras y la de sus colegas, lo que también les está pasando a mis hijos ahora. No digo que vayan a ser expertos del teatro, pero van entendiendo de que se trata esto.
-Cambiando de tema... ¿Cómo haces para cuidar tu figura?
-Algunas dicen que es genética, pero esas son macanas. Si hay algo que heredé de mi papá es la conducta, y tengo conducta para comer sano, para hacer actividad física, y encima somos inquietos de por sí. ¡Estoy de un lado para el otro! Yo soy consciente de que la imagen es parte de lo que uno ofrece en el escenario y tiene que ser agradable. Por eso trato de cuidarme y no dejarme estar. Acá en la Villa trato de estar en la pileta, hacer pesistas y el subir y bajar las escaleras también ayuda mucho. ¡Hasta a las señoras les gusta verme! En mi show anterior, que no mostraba mucho, las mujeres a la salida me decían: "Tenés que mostrar más". Y lo bueno es que si hay celulitis, ellas la ven, y también disfrutan, porque dicen: "¡tiene celulitis como yo!".
NOTA: diaadia.com.ar
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